28 de octubre de 2009

¿Cómo te sientes hoy?

Alegre, seguro que alegre.

Pero, ¿te apetece bailar y cantar mientras envías una carcajada al mundo? ¿O te apetece recluirte en tu propia felicidad y sentir lo más profundo de ella mientras se te escapa una sonrisa?

¿Diferentes sentimientos o diferente forma de expresar algo similar?

26 de octubre de 2009

Life in Cartoon Motion

Hoy es uno de esos días en los que disfruto de las noches tranquilas en casa viendo pelis, comiendo chuches, escuchando música y leyendo un rato.

¡Gracias, Mika!





Adoro su estilo poppy con ritmos alegres y letras con sentido (que a veces no son tan alegres).

Quiero vivir en ese mundo de colores :)

25 de octubre de 2009

Eternal fear of change


- Si estamos solteros y dudamos de si queremos a alguien, significa que hay algo fuerte.

- Si tenemos pareja y dudamos de si la queremos, significa que se está perdiendo algo fuerte.

Preferimos dudar y no reconocerlo. No vaya a ser que haya que cambiar.

21 de octubre de 2009

Te va a cambiar

Reconócelo, desde el momento en que entraste en la universidad comenzaste a cambiar. Fue algo lento, como cuando eres pequeño y empiezas a crecer, ni te inmutas y cuando miras hacia atrás ves que ya has ganado unos cuantos centímetros. Entonces llega un momento en el que te das cuenta de que nada es igual: has conocido gente nueva de todo tipo, con diferentes aspiraciones y algunos intereses comunes; los profesores (en su mayoría) saben de lo que hablan; tienes una libertad que ansiabas y que disfrutas: ya no te fijas en nimiedades sin importancia y prestas atención a temas más cercanos; esa libertad hace que te animes y que en otras ocasiones te sientas totalmente perdido, sobre todo en temas de burocracia que antes ignorabas por completo; aprovechas cada vez más el tiempo libre; eliges, eliges y eliges una y otra vez: con quién salir, qué planes hacer, cómo disfrutar, ser prudente y algo arriesgado a veces, qué sentir, con quién compartir, dónde quedarse. Ya no estamos atados a un mundo que nos vino dado, ya no dependemos de esa institución que nos presentó a esos «amigos de toda la vida» (que probablemente lo seguirán siendo) y a esas enseñanzas que no pudimos elegir. Tenemos más campos, más ámbitos, más actividades, en definitiva: más opciones. Somos jóvenes, tenemos energía. No somos adultos: de repente, la política y la economía dejan de ser tema de interés para los debates (aquéllos que tuvimos en las clases de historia). No somos niños: queremos justificaciones, independencia y capacidad para desenvolvernos.

A lo mejor es un camino inevitable en cualquier persona y no tiene nada que ver con la educación superior, pero puedo asegurar que con la universidad sí ocurre. Y me encanta. Siento las ganas de vivir, alejando las incertidumbres y miedos de la adolescencia, cada vez somos más fuertes y sentimos de una forma más pura, más verdadera y más bonita. Apreciamos la vida. Apreciamos lo que tenemos dentro; es decir, todo.

Además, sabemos que estudiar es sólo una opción, es una manera de gratificación personal por aprender detalles del tema que más nos entusiasma, por conocer, por ampliar nuestra mente y objetivos, pero aun con todo, no es imprescindible ni mucho menos, no es ni siquiera mejor que una opción autodidacta o empirista. En realidad es sólo eso, una opción.

19 de octubre de 2009

Por amor al arte


No me gustan los museos. Son como las bibliotecas: lugares llenos de arte maltratado. Siempre está en salas sobrias, de colores poco atrayentes en un ambiente de silencio absoluto y seriedad. Lo siento, para mí el arte no es eso, para mí es expresividad, y aunque me encante leer en silencio y a veces los cuadros o esculturas haya que observarlos sin ruido, no me parece que en esos lugares se consiga la intimidad que uno quiere, así que si no puede ser así, mejor acompañar la visita con un poco de charla. Además creo que está maltratado porque la belleza de un cuadro es difícil contemplarla si siempre andamos comparando con los que hemos visto alrededor. Seguro que si viéramos alguno de esos en casa de algún conocido nos sorprendería muchísimo más que en una enorme sala con otros tantos que ves pasando como en una hilera.

Otra cosa que me ocurre tanto con cuadros, como con esculturas, libros y películas es que no puedo escuchar las opiniones de los demás antes de verlos, sobre todo en pintura, donde el simbolismo y las técnicas están tan sumamente estudiados y cuadriculados. ¡Como si lo que un cuadro suscita a cada persona pudiera describirse con cuatro tecnicismos! Eso sí, una vez que termino de leer un libro o de ver una película necesito buscar información sobre ellos, ver los distintos puntos de vista y conseguir analizar esos puntos a los que no había prestado atención. ¡Cuánta subjetividad, cuánta irracionalidad!

10 de octubre de 2009

Letras, s'il vous plaît


Ayer volví a revivir el libro de El Principito, cuando al enseñarle a una niña algo que había hecho, me dijo:

«Guau, te ha debido (de) costar mucho dinero»


Bueno, también dijo otras cosas y sólo espero que en realidad ahora el dinero sea sinónimo de esfuerzo (el dinero se consigue por el trabajo, aunque yo sea eterna estudiante) porque como decía, me recordó a este párrafo de ese libro que suscitó algo en mí cuando lo leí, algo tan bonito que no se puede describir:


«Les grandes personnes aiment les chiffres. Quand vous leur parlez d'un nouvel ami, elles ne vous questionnent jamais sur l'essentiel. Elles ne vous disent jamais: "Quel est le son de sa voix ? Quels sont les jeux qu'il préfère ? Est-ce qu'il collectionne les papillons ?" Elles vous demandent: « Quel âge a-t-il ? Combien a-t-il de frères ? Combien pèse-t-il ? Combien gagne son père ?" Alors seulement elles croient le connaître.»


«A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ¿qué tono tiene su voz? ¿qué juegos prefiere? ¿le gusta coleccionar mariposas?, pero en cambio preguntan: ¿qué edad tiene? ¿cuántos hermanos? ¿cuánto pesa? ¿cuánto gana su padre?. . . Solamente con estos detalles creen conocerle.»
Es triste, ¿verdad? En todos sitios escuchamos hablar de números, cifras, de grandiosidades al fin y al cabo. Ojalá hubiera alguien que comprendiera que aunque hay millones de cosas que rodean a los números, lo esencial es invisible a los ojos, y también a las cuentas.
P.D: Pongo el original y la traducción porque como se sabe, siempre se pierde algo y, qué leches, porque me encanta cómo suena en francés :)

7 de octubre de 2009

Justificaciones

No me gustan los textos justificados (las letras saltarinas al final de cada línea le quitan seriedad), pero sí con apertura de nuevo párrafo marcado por el tabulador... Así que como no sé por qué no me lo reconoce el blog, seguiré utilizando el doble espacio para marcar la diferencia de párrafo.

¿Sabíais que si una palabra llana (normalmente voz extranjera) termina por «s» después de consonante sí que se tilda? ¿Y que se puede escribir zebra? ¿Y que existe la palabra virgulilla? ¿Y que la RAE quiere que la escritura se aproxime lo máximo posible a la fonética pero que todos los dialectos se atienen a las normas generales del español?

Si uno quiere puede aprender hasta de las obligaciones más inútiles.

6 de octubre de 2009

Claroscuro


- Piiiii (suena el portero)
- ¿Quién?
- ¡Soy yo!

Las relaciones entre la gente son asombrosas. ¿Qué diferencia hay entre un «yo» y un profundo silencio? Bueno, vale, el tono de voz, pero, ¿de verdad creemos que nuestra voz es inconfundible?
Sin embargo no me quejo de estas oscuras respuestas en absoluto, todo lo contrario… De hecho, ¡ojalá todo fuera así y no hubiera que poner nombres concretos a todo lo que está claro!
El otro día estaba charlando con una amiga con la que tengo bastante confianza y hablábamos de eso que preocupa al mundo: las relaciones (vale, para qué engañarnos, hablábamos de chicos y ya está). Entonces resulta que parece que hay que tener claramente diferenciada cada etapa de una relación con alguien del sexo opuesto cuando surge algo más que amistad (¿ha sido un lío, estamos de rollo, estamos saliendo, somos pareja de hecho? ¡Dios Santo! ¿Os imagináis hacer lo mismo con cualquier otra relación? Ejemplificando se entiende la gente:
- Espera, Cristina, tenemos que hablar
- ¿Qué pasa?
- Es que, necesito saberlo, ¿somos mejores amigas, una amiga más, sólo conocidas, compañeras?
- ¡Y yo qué sé!
Normalmente con la gente simplemente nos llevamos bien, pasamos buenos ratos, la relación es única y se va desarrollando, no hay límites (es un continuum, como les encanta decir a mis profesores) ni palabras concretas que lo definan.