9 de junio de 2010

Hoy, Nicolás es el protagonista

Nico podría ser perfectamente el nombre de un italiano cachondo que se pasea con sus gafas de sol por las playas de Nápoles para ver qué chiquilla cae seducida a sus encantos. O podría ser un gordo simpaticón que trae regalos en Navidad. O podría ser un chico de más de veinticinco años que, como tantos, pide dinero en los trenes de la Renfe madrileña y que la gente sólo recordará por el olor que deja en los vagones o las «mentiras» que cuenta día tras día para vender algo de compasión. Yo no seré quien apoye o desmienta sus palabras. Pero sí seré quien critica a aquellos ojos que ya no sólo miran con extrañeza cuando cojo unos patines y decido darme un margen de velocidad, y mira que le tengo cariño a los twister esmaltados. Pero no. Nico es un medio de transporte hacia otra realidad ignorada, mal vista, marginal y no sólo fuera de lo que todos vayamos a ver cualquier día, sino que cerramos las puertas del tren para que no se mezcle con nosotros; obviamente somos seres superiores ¿no?

Y, sin embargo, insisto en esas miradas de ¿qué le va a hacer a esa chica?, esas palabras amables sólo porque tiene una compañía de tu mundo conocido, joder, ni que estuviéramos en la Edad Media y aún existieran las diferencias entre nobles y el pueblo llano. Humanidad.

Pues él, él es el protagonista del día de hoy, sí. Porque ver sonreír a una persona que duda de la confianza que le estás ofreciendo, que come más despacio que tú aunque tenga el triple de hambre porque no tiene tan seguro que luego vaya a haber más (aunque me pareciera gracioso que separara el tomate y la cebolla, jajaja), que se le iluminan los ojos al desearte suerte con todo lo que le puedas contar, quien entiende a la perfección que la gente no le crea, y que por las noches escucha a Mozart en un discman antes de dormir porque le relaja y te habla de la bonita voz de Julieta Venegas.

Y, sobre todo, quien es capaz de preocuparse como para preguntarte (sin saber siquiera si tienes) si tus padres o tu chico/a estarían preocupados por estar ahí, con él. A lo que no te queda más remedio que contestar: ¿y los tuyos? ¿No verán mal que te juntes con alguien como yo? :)

3 cuchicheos:

Anónimo dijo...

ultimamente no hay quien entienda tus entradas!

Anónimo dijo...

Cuando está en esa situación es porque no ha tenido a nadie que se haya preocupado por ese tipo de preguntas.

Imil dijo...

Seguramente los tuvo en su día, por eso sabe qué preocupaciones se tienen... Pero bueno, era una pregunta simbólica :)

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