22 de noviembre de 2009

Amitié

¿Sabéis qué? Me he dado cuenta de que sólo se puede hablar de amitié cuando no existe ninguna necesidad, cuando no quieres que haya alguien a tu lado por algún fin o interés futuro más allá del presente, ya sea porque te gusta la persona, porque necesitas a alguien con quien salir o porque quieres que escuchen tus problemas. Cuando no necesitas nada de eso y aun así sientes un cariño increíble por una persona y unas ganas de compartir el tiempo, entonces existe la amitié.

Podría coger miles de frases que todo el mundo formula o se pone en los nicks, podría hablar de falsas amistades, de amistades que no son lo que creíamos, de comodidades («es mi amigo porque… bueno, porque siempre lo ha sido»), de traiciones, de quienes creen que los amigos siempre vuelven y de los que afirman que la amistad en realidad no existe. Pero no es eso lo que me interesa. Me interesan las personas independientes, las que no necesitan apoyo, las que disfrutan de lo que les rodea sin considerarlo un bastón.

Y sí, ese cariño se puede sentir y respirar, se puede disfrutar muchísimo de un abrazo desinteresado por el simple hecho de mostrar cariño. No porque hayas contado tus problemas y hayan sentido compasión, no porque estés triste, no porque haya un querer acercarse. Son suspiros de amitié, sean grupales o sean individuales, son suspiros… Y yo jamás he podido negarme a un ains, sea cual sea su naturaleza.

Nunca he tenido tantas ganas de tomarme la penúltima.

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